La naturaleza como valor se refiere a aprender a vernos, querernos y mostrarnos tal y como somos y dejar que los demás lo vean tal cual.
Es un hecho que todos tenemos defectos y virtudes pero no debemos olvidar que lo importante es ser uno mismo y estar a gusto con quienes somos y eso se consigue escuchándote y actuando en consecuencia, así que no te avergüences de ti ni de tus gustos, cada uno de nosotros tiene su propio carácter, sus propios estilos y sus propias metas, debemos ser naturales consigo mismo y con los demás.
Se asocia a un carácter espontáneo, alegre, apacible, con una cierta capacidad para encajar en cualquier sitio, acepta que eres así y no te preocupes de si a los demás les gusta que tú seas así o no, no te avergüences de ti mismo, eres así y punto.
No debemos cambiar quienes somos porque a los demás no les guste o no encajas, no puedes gustarle a todo el mundo y está bien que así sea, porque si a todo el mundo le gustara todo el mundo significaría que tampoco hay tanta diferencia entre una persona y otra lo que vendría a ser como si fuéramos todos iguales y no es así.
Siempre siendo originales, únicos y naturales es como debemos vivir para alcanzar la felicidad y hacer felices a los demás.
El conocerse así mismo es lo primero que se debe hacer para entender el valor de la naturaleza, nadie nace o es como es por cosas del destino, hay una razón para todo, cada aspecto, cada acción, cada respuesta y manía es para un propósito en concreto.
El saber que nos molesta, que nos hace felices, que nos pone tristes, hasta en saber el lugar donde tenemos más cosquillas da como base a conocerse así mismo.
No es una tarea fácil y cada día y cada situación da pie o realce a otra característica personal, algo que nos hace únicos, valiosos y necesarios.
Luego que podamos descubrir un porcentaje aceptable se debe aceptar cada parte, entenderse, vivir y afrontarse a sí mismos, comprender que no siempre podremos ser lo mejor para otros, pero si podemos ser lo mejor para cada uno de nosotros. El conocimiento y la aceptación está muy ligado en sí mismos.
Reconocer el valor y no aceptar menos de nadie, entender que, así como aceptamos todo de nosotros también se debe aceptar todo de las demás personas, la tolerancia está ubicada en esta etapa del valor de la naturaleza.
La naturaleza así misma es un ser que solo vive, que crece, se desarrolla y existe en equilibrio con el entorno, no daña a otros y no se daña a sí misma. Cada aspecto negativo que la misma naturaleza presenta no es más que la consecuencia de no aceptar, comprender y apreciar sus características y acciones.
La convivencia es crucial, el respeto es valeroso y la gratitud, el dar gracias por nacer como somos, en poseer aspectos únicos, en conocer personas maravillosas que te enseña cada día a conocerte más aun y a conocer a otros, el dejar de ser ignorante de otros para comenzar a nutriste por miles de conocimientos y aspectos positivos expuesto por otros, eso hay que agradecerlo.
Nada es porque sí, todo presenta una razón valiosa. La vida te dio esas características por una razón, la vida te puso en ese camino para aprender, enseñar y valorar todo lo que se te presente y más. Eso es reconocer el valor de la naturaleza humana, va más allá de solo algo físico, de algo superficial.
Ejemplo de ser naturales
Cuando conoces nuevas personas siempre sonreír y ser amables y espontáneos porque ese es tu carácter.