La paz como valor es la capacidad de los seres humanos de vivir en calma, con una sana convivencia, con un adecuado manejo de conflictos que no desemboque en guerra, establecer lo que es la paz como valor fundamental de la sociedad, es imperativo e irremplazable para vivir en armonía.
La paz es el resultado de la sana convivencia entre los seres humanos. Para hacerla posible es necesario un ordenamiento social justo, en el que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades de desarrollarse como personas y les sean respetados sus derechos fundamentales.
La paz es un valor esencial que surge del equilibrio y la armonía social y personal. Resulta de saber entender y escuchar las necesidades de los demás antes que las nuestras, y de una convivencia sana entre las personas. Para que reine la paz, todos debemos contar con las mismas oportunidades y gozar de los mismos derechos fundamentales.
Los que practican la paz saben que ésta no es simplemente la ausencia de conflictos, pues los hombres siempre han sido y serán conflictivos, sino la capacidad de manejar dichos conflictos y superarlos por medio de métodos no violentos como la protesta pacífica, el diálogo y la negociación.
La paz debe venir de tu interior, de la capacidad de cada individuo de reaccionar serenamente ante las dificultades y diferencias con las que se tope en su cotidianidad. De ello depende la manera de darles solución, sin hostilidad ni gritos, y no crear una guerra por desavenencias.
Y no sólo es de los valores más importantes, sino uno de los más fáciles de malinterpretar. Es común interpretar la paz como la ausencia de amenaza, porque precisamente cuando no hay amenazas, se proclama la paz.
Lo realista es que la vida ocurre como un péndulo que oscila entre dos extremos: orden y caos. La mayoría de los sucesos son inesperados y por causas que no se pueden controlar; lo que sí puede controlarse es la manera en que se responde ante los hechos.
Al ser el mal de naturaleza caótica y desordenada, los seres humanos deben de ser capaz actuar por encima de sus capacidades normales: y de esta manera surge la agresión.
Una persona debe ser capaz de defenderse del lado caótico y malévolo, y para ello debe ser capaz de reprender con agresividad. Por ello la paz no significa alternativa al conflicto, sino la sabiduría que surge cuando se tiene la capacidad de hacer daño. Y al decidir no hacerlo, cuando no es necesario, un individuo es pacífico.
Un consejo puede ser inofensivo, pero eso no lo hace vivir en paz; tiene que huir constantemente de los peligros y trampas que existen siempre a su alrededor.