La felicidad es estar satisfechos con nuestra vida, y con todo lo que hay en ella, practicar el valor de la felicidad no es mostrar un simple estado de ánimo, es una actitud constante que nos impulsa a conquistar la felicidad nuestra y a preocuparnos por hacer feliz a los demás.
Cuando somos realmente felices, no importa lo que pase, no importa si pasamos por un momento difícil porque igual encontraremos momentos para sonreír, no importa si caemos porque volvemos a levantarnos, no importa si fallamos porque volvemos a intentarlo.
La felicidad, es sin duda el valor que todos anhelamos en nuestra vida pese a las dificultades, si se es feliz se le ve la mejor cara a los problemas y con optimismo buscamos la manera de resolverlos, siempre con una sonrisa porque a pesar de todo en medio de la tormenta se puede ser feliz.
La felicidad dependerá de cada uno de nosotros, ya que lo que hace feliz a alguien puede no representar la felicidad para otro.
Cuenta una leyenda hindú que existía un único hombre feliz en todo el reino, reino donde los ricos no eran felices por el simple hecho de que buscaban más riquezas, y donde los pobres no eran felices porque solo soñaban con aquello que no podían tener.
Los pobres buscaron a ese único hombre que decían poseía un cobre donde estaban los secretos de la felicidad, los ricos intentaron comprarlo y los pobres suplicaban por un poco de ese gran secreto y algunos intentaron robarlo.
Solo un niño pudo ser capaz de conocer los secretos ocultos en el cobre que el hombre más feliz del reino poseía en su poder, el ver la inocencia que le ofrecía el niño al hombre con la simple frase de que él también quería ser feliz, sin malicia, sin avaricia, sin tristeza solo inocencia y creencia de que podía ser feliz.
El hombre le dijo que la felicidad era como una escalera y que cada paso hacia ella se requería de un nuevo aprendizaje. Donde el primer secreto se trataba de la búsqueda del amor propio, aprender a quererse a uno mismo, entender que uno es merecedor de esa felicidad, hacer valeroso el cuerpo físico, nutrir el alma y llenar la mente de positivismo y buenos hábitos.
El segundo secreto era el de actuar y poner en práctica lo que se quiere, nadie que no hace nada para obtener lo que desea es próspero y solo alimenta la conformidad más la infelicidad.
El saber que uno es consciente de poder lograr lo que se propongan y no dejar en un tal vez o solo la imaginación es el segundo paso para ser feliz sumándole que un equilibrio es esencial, lo que se piensa y quiere debe ser en conjunto con el actuar.
El tercer paso para ser feliz es no caer en la envidia, apreciar lo que se tiene y no envidiar lo poseído por otros. No ganas nada en hablar del jardín de alguien más cuando tu propio jardín ni siquiera ha sido comenzado, todo ser humano es merecedor de lo que posee, nadie conoce las adversidades de otro, por lo tanto la meta es estar pendiente de su propia vida, y no entrometerse o envidiar la vida de los demás.
El cuarto paso es la lucha contra el rencor, las ofensas se convierten en ira y la ira en la insatisfacción e infelicidad. Una persona rencorosa solo alimenta sentimientos negativos, que no nutren al desarrollo solo seca y trauma el desarrollo, aleja el rencor del corazón y entiende que todo el que obra mal le va mal. La vida se encarga de cada quien.
El quinto paso es el de no tomar lo que no le pertenece, La vida es un bumerán si obras mal se te será retribuido ese mal, si robas o quitas algo que no es tuyo se te quitara algo del mismo o mayor valor.
El sexto paso es erradicar el maltrato de tu vida, nadie es menos que nadie, y todos son valerosos. El maltratar a otros solo alimenta sentimientos negativos, que envenenan el alma y el corazón, da valor a otros y date valor a ti mismo.
Y el último paso es dar gracias todos los días por lo que se tiene, el agradecer y comprender que todo día es valioso y próspero y permitir el estar agradecido por vivir un día más ya es más que suficiente para ser feliz. Si vives posees la capacidad de crecer y avanzar, da gracias por eso y todos los aspectos de tu vida, todo es una enseñanza así sea obtenida de buena o mala manera.
Pasos que dan equilibrio a la bondad, al florecimiento, al desarrollo y permiten que la balanza sea inclinada hacia la felicidad. No son pasos complicados, ni acciones difíciles, son enseñanzas y pasos que ayudan a nutrir el cuerpo, la mente y el alma.
Ejemplo de Felicidad
No hay felicidad más grande cuando una madre da a luz a su hijo y verlo por primera vez después de horas de dolor para poder traerlo al mundo.