El esfuerzo es el empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades, una persona esforzada está llena de energía y usa su fuerza con propósitos creativos que van más allá de lo que todos hacen, lleva a cabo su misión de una manera natural y espontánea, sin necesidad de que alguien la presione y sin esperar algún tipo de reconocimiento.
En este sentido, el esfuerzo requiere de valores como la constancia, la confianza y la esperanza en la empresa en que nos proponemos.
Cuando inculcamos el valor del esfuerzo estamos también transmitiendo otros valores muy importantes de la formación humana. Estos valores son la disciplina, la colaboración, la perseverancia, el control y la fortaleza.
El esfuerzo es fundamental para lograr metas difíciles, que requieren paciencia, valor y mucha energía de nuestra parte. Con cada acción que lleves a cabo verás que cada acción trae una recompensa: tu desarrollo como persona.
El esfuerzo es dignidad, es intentar hacer las cosas mejor con una sonrisa, con ganas de seguir luchando día a día, hora a hora y minuto a minuto, por conseguir nuestros sueños; el ser consciente de los errores que cometemos y buscar alternativas, aunque ese día hayamos trabajado el doble.
Si todo llegara fácil en la vida, la humanidad no hubiera llegado hasta este punto de la historia. El dolor, el sufrimiento y el inconfort son tan necesarios como el aire que se respira, porque la vida no se hace más fácil, sino que con el tiempo nos hacemos más fuertes.
El caos es inevitable en nuestras circunstancias, y por ello necesitamos la capacidad de soportar las resistencias que se nos presenten en la vida.
Esta misma resistencia es la que expande el umbral de lo que no somos capaces y de lo que no sabemos, y empujándonos y presionándonos más allá de nuestros límites, desarrollamos esta virtud: el esfuerzo.
Mientras más se hace, más se logra y más se consigue. El éxito depende totalmente de nuestro esfuerzo, es la capacidad de construir y lo que nos permite manifestar lo soñado.
Aquello que se desea en la vida aparece de forma directamente proporcional a nuestro esfuerzo para conseguirlo. Es absolutamente necesario en el arsenal de vida.
Y además de ayudarnos a obtener lo que queremos, hace que lo que tenemos sea realmente valioso. La sencillez en las metas vuelve a las personas descuidadas y flojas, por ello el esfuerzo conmemora.
Ejemplo de el esfuerzo
Los reporteros que arriesgan su vida para ofrecer testimonio de lo que ocurre al otro lado del mundo