La dignidad es aquel valor correspondiente al mérito de alguien o de algo que las personas pueden desarrollar a través de su modo de actuar, de su conducta o de su comportamiento, se trata básicamente en respetarnos a nosotros mismos, no llevarnos a situaciones peligrosas, inhumanas o inmorales por ningún motivo.
La dignidad se basa en el respeto y la estima que una persona tiene de sí misma y es merecedora de ese respeto, todas las personas debemos ser respetadas de igual forma sin importar cómo somos.
Es un derecho fundamental y es el valor inherente al ser humano inviolable e intangible todos debemos respetar y hacernos respetar si es necesario.
Cuando reconocemos las diferencias de cada persona y toleramos esas diferencias, la persona puede sentirse digna, con honor y libre, la dignidad se construye y se proyecta por medio de nuestra manera de vivir, no permitiendo a los demás hacernos objeto de ultrajes o humillaciones, todos los seres humanos somos valiosos y, por lo tanto, merecemos respeto.
Ser orgulloso no es ser digno, el manifestarlo de manera arrogante, déspota y despectiva no es una forma de hacer valer el valor de la dignidad.
Todos los valores presentan una unión entre sí, nada es originario de la nada, y todo valor es importante para dar pie a otro, para reforzarlo y manifestarlo.
El valor de la dignidad da a quien la valore no solo para sí mismo sino también a otros, la oportunidad de ser algo, se valer, de hacerles ver a otros que se tiene lo necesario para ser tomado en cuenta.
No dejar que la humillación prevalezca, que los desplantes sean una constante. La dignidad lo posee todo ser vivo, el derecho a ser más que un objeto, la posibilidad de prestar y ofrecer parte de sí mismo para la creación de un lugar mejor, no se debe quitar o arrebatar la dignidad a nadie, se le debe enseñar que su persona presenta un valioso activo a la sociedad y raza humana.
Todos presentan ciertas características que ayudan a todos, nadie es más o menos que otro. El cómo tratas a alguien, el como ves a otros te da y ofrece dignidad, solo y cuando es con aspectos positivos.
Ejemplo: No dejar que tu pareja te maltrate, tu eres una persona y vales mucho, y ese valor es el que hace merecedor de un respeto, no permitas que atenten contra tu dignidad.