La empatía es una de las habilidades sociales más exitosas y que en mayor medida garantizan un adecuado desempeño en situaciones interpersonales, la empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando.
La empatía puede ser vista como un valor positivo que permite a un individuo relacionarse con las demás personas con facilidad y agrado, siendo importante el relacionamiento con los otros para mantener un equilibrio en su estado emocional de vida.
Las personas con una mayor capacidad de empatía son las que pueden percibir la tristeza o la alegría que siente la otra persona.
Son capaces de captar una gran cantidad de información a partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz, su postura o su expresión facial y en base a esa información, pueden saber lo que está pasando dentro de ellas o lo que están sintiendo, se requiere, por tanto, prestar atención a la otra persona, aunque es un proceso que se realiza en su mayor parte de manera inconsciente.
La empatía es lo opuesto de antipatíaya que el contacto con la otra persona genera placer, alegría y satisfacción. La empatía es una actitud positiva que permite establecer relaciones saludables, generando una mejor convivencia entre los individuos.
Por eso una de las formas más potentes de expresar amor es la empatía. Entender a las personas implica participar activamente en escucharlas y ser compasivo con ellas; todo esto significa dejar ser a los demás y aceptar la versión que son ahora, sin opinar, ni aconsejar, ni criticar por sus acciones, sino simplemente participar en entender de dónde pudo haber venido la persona para realizar sus acciones y formar sus ideas.
Además, ejerciendo la empatía aprendes a ser un individuo confiable y enseñas a los demás a confiar y abrir sus mentes. Es mucho más fácil creer que se tiene siempre la razón y ser la persona que es comprendida, en lugar de aceptar el punto de vista de las otras personas y tratar de comprender exactamente qué quiere decir. Por algo tenemos dos orejas y una boca: obtenemos más beneficios en una discusión escuchándola, dando el beneficio de la duda a las ideas que no nos parecen tan buenas, enfocando nuestra atención en qué forma a la otra persona y no en la impresión superficial que recibimos. Ganas más personas si te enfocas en ellas, de lo que podrías tratando de que los demás se enfoquen en ti.
La empatia es por definición abrir nuestras mentes para intentar colocarnos en la posición de la otra persona, también, es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar y de esta manera poder responder correctamente a sus reacciones emocionales. viene de la palabra griega empátheia, que traducida al español significa empatia. Ya desde la antigüedad se empleaba el término, y los filósofos más resaltantes de entonces escribían acerca de ella.
Ya Aristóteles afirmaba que el ser humano era social, al estar acostumbrado a pertenecer y andar en grupos, a formar clanes y al tener la necesidad de juntarse con otros semejantes. De ahí nace lo que posteriormente se conocería como la empatía, de esa necesidad de compartir con nuestros iguales lo que ellos sentían, pensaban o hacían.
Naturalmente, es parte de la condición humana emular o querer ser parte de la manada por instinto de supervivencia. Así que lo que se pueda conocer como empatia o día, ya desde la antigüedad tenía una connotación propia de la naturaleza del hombre. Y los griegos fueron los primeros en darle un nombre a esa fuerza que hace identificarnos con el que tenemos a nuestro lado.
¿Alguna vez has oído la frase “ponerse en los zapatos del otro”?
¿Alguna vez has oído la frase “ponerse en los zapatos del otro”? Pues la empatia tiene mucho que ver en eso. En ponernos justo en la misma posición de la otra persona para poder comprender y entender lo que está atravesando. Y aunque por lo general no podamos con exactitud vivir lo que la otra persona vive, sí que podemos identificar muy bien la situación para entenderla.
De eso va un poco la empatia. En muchos casos no solemos identificar, y mucho menos compartir la situación o los sentimiento que otra persona pueda atravesar, pero cuando lo hacemos, podemos alcanzar un nivel de confianza increíble. Y hay que resaltar que se perciben las emociones del otro, más no es necesario tenemos que comprenderlas.
La empatía
La empatia suele estar relacionado con otros sentimientos como el amor, la preocupación o el altruismo, pues a través de ella podemos ayudar a otros. Si eres un persona empática, y puedes compartir los momentos difíciles o felices de otra persona, estarás actuando a través de principios morales, y podrás ganarte un amigo de por vida, pues le tendiste la mano cuando la necesitó.
No se debe confundir la empatia con la simpatía. Mientras la primera hace que identifiquemos y compartamos los mismos sentimientos o emociones del otro, la segunda es un sentimiento de afección, generalmente instintivo, acompañado de uncomportamiento de gratitud o de buenos deseos hacia el otro.
En algún momento habremos de sentir empatia por otros, o ellos lo sentirán por nosotros, pero no sabremos darle el nombre correcto. Solo sabremos lo que sentimos cada uno, y seremos consecuentes con la situación que atravesamos. A veces solo se necesita un pequeño apoyo para continuar con nuestras vidas adelante. Agradecer y sonreír, ahí está el detalle más importante de ser empáticos.
Empatía Significado
El significado no es más complicado que su definición, y lo hemos dicho varias veces. Es la habilidad cognitiva que como persona podamos tener, para identificar y compartir el universo emocional de otra u otras personas. Y esto no indica que comprendamos sus sentimientos, solo los compartimos.
Algunos la clasifican como una habilidad, a través de la cual percibimos los sentimientos de los otros. Pero también puede ser visto como un don, el de la empatía, el de hacer que otros no se sientan solos y entender su perspectiva ante la vida. Algunas personas pueden atravesar los momentos más duros de su vida, y ni siquiera nos enteraríamos de ello. Pero es ahí donde debe entrar en acción la empatía.
Abrir nuestras mentes para intentar ponernos en la posición de la otra persona, puede ayudarnos a entender la situación que atraviesa, y brindar apoyo en cualquier modo. Y sin embargo, debemos poner de relieve los tipos de empatía que solemos identificar como parte de la conducta humana.
Empatía Afectiva
Este tipo de empatía está ligada a nuestras respuestas sentimentales hacia el estado mental de otra persona. La empatía estará evidenciada a través de nuestra afectación por el estado emocional de otro. Es la forma más clásica y pura por la que podemos ver este sentimiento o habilidad, como se quiera ver.
Ella a su vez se subdivide en dos niveles, la preocupación empática y la aflicción propia. La primera se caracteriza por la sensación de compasión cuando otros sufres, una reacción natural hacia la situación que atraviesa esa otra persona. Y la segunda atiende al sentimiento propio de sufrimiento que podamos sentir en relación al sufrimiento ajeno.
Empatía Cognitiva
Es la capacidad de entender y adoptar el estado mental de la otra persona. A diferencia de la empatía afectiva, es el punto de vista y no los sentimientos los que se suelen compartir. Algunas personas tienen un nivel superior de comprensión y puede defender ideales o conceptos con fuerza frente a otros, y cuando compartimos esa creencia de la misma forma como si comprendiésemos al 100%, estamos siendo empáticos cognitivos.
Empatía Frases
En la cultura popular muchas frases han sido dichas con el propósito de ser enfáticas en el concepto de empatía, o cómo ser empáticos con otros en algún momento de nuestras vidas. Algunas de las más conocidas, “ponerse en los zapatos del otro” o “ver a través de sus ojos”, suelen representar esa actitud empática para entender y apoyar a quien tenemos a nuestro lado. Aquí otras más:
“En cuanto a la adversidad, difícilmente la soportarías si no tuvieras un amigo que sufriese por ti más que tú mismo.” Cicerón.
“Si hay un secreto del buen éxito reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista así como del propio.” Henry Ford.
“Intentar entender al otro significa destruir los clichés que lo rodean, sin negar ni borrar su alteridad.” Umberto Eco.
“La educación emocionalmente inteligente enseña al niño a tolerar la frustración y a comprender y aceptar que los demás también tienen necesidades y derechos.” Elsa Punset.
“Hay gran diferencia entre impresionarse con los males de nuestros hermanos, y afligirse. Para lo primero basta imaginación, y se necesita corazón para lo segundo.” Concepción Arenal.
Ejemplos de Empatía
Hay muchas formas de expresión y manifestación de la empatía. Algunas de ellas más evidentes que otras, pero en algún momento de nuestras vidas sentimos eso que ya conocemos como la empatía.
Identificar el estado emocional de la otra persona. Esta es la forma más común en la que se expresa la empatía. Mientras sabemos sus sentimientos y pensamientos internos, esto puede generar en nosotros una acción de ayuda o de solidaridad con esa persona, pues estamos en plena consciencia de lo que vive y no podemos mantenernos indiferentes ante su situación.
Imitación motriz. A veces al percibir ciertas emociones en otra persona, lleva a nuestro sistema neurálgico a imitar y adoptar un estado similar. Esto genera que adoptemos gestos y posiciones, acompañados de sensaciones similares a las que padece la otra persona.
Proyectar la situación ajena. A veces solo basta con saber lo que atraviesa la otra persona, para sufrir o vivir los mismos sentimientos o pensamientos que ella atraviesa. De esta forma sentimos empatía de manera involuntaria.
Colocarnos en la posición del otro y comprender su situación, puede llevarnos a crecer más como personas y a entender nuestro entorno.